¡Qué hacer! ¡Infravaloración de las exportaciones! ¡Una aduana bloqueó mi paquete!
Un aficionado preguntó si había algún riesgo en declarar el valor de los accesorios exportados por debajo del precio de compra.
De acuerdo con las reglas de aduanas, el valor de los artículos exportados que se indica debe ser el valor de mercado actual.
No cabe duda de que declarar valores inferiores a los realistas de los bienes conlleva riesgos.
Para empezar, existe un riesgo legal. Existe el riesgo de ser acusado de dumping si esos precios de exportación se dan de forma coherente y a lo largo del tiempo. El nivel de precio regular en el que se encuentra el centro de estrategias de precios bajos a alto costo puede estar por debajo del nivel operativo normal. Particularmente cuando tales precios se utilizan para eliminar a los competidores de la escena o para llevar el control total del mercado, las consecuencias ciertamente variarán a acciones legales.
Además, hay un elemento de riesgo fiscal involucrado. Si los valores atribuidos son muy inferiores al costo de adquisición, las autoridades fiscales podrían examinar por qué estos impuestos, como los aranceles y el IVA incluido, se evalúan a tasas tan bajas, lo que probablemente frustraría las operaciones de importación. Esto, a su vez, reforzaría la conspiración para llevar a cabo evasiones fiscales que atraerían sanciones adecuadas en la ley. El comercio saludable sin estadísticas aduaneras precisas se verá afectado negativamente por los valores de declaración incorrectos de las mercancías de importación y exportación. La política dicta la elusión de gravar ciertos comportamientos a través de las costumbres locales. Por lo tanto, es la ley a la que las personas deben ajustarse, además de los problemas de cumplimiento que enfrentan los comerciantes. Sin embargo, una vez descubiertos, estos actos pueden dañar la reputación de la marca y no son propicios para el desarrollo futuro de una empresa. En caso de que sea necesario el examen aduanero, considerando exagerados los precios incomprensibles declarados por la empresa, la aduana podrá, sin audiencia, embargar los artículos o devolverlos.
Un recordatorio amistoso: para que el comercio prospere a largo plazo, es crucial cumplir con la ley y evitar buscar lagunas.